Mi padre me cuenta que vio todo desde la ventana de su habitación, y quedó petrificado, lo cual me parece tan extraño pues suele ser un tipo calmado y seguro. Mi abuelo me decía que atravesó el parque corriendo para tomarme en sus brazos y llevarme a casa. El que era tan tranquilo y sereno. Martín, mi hermano, corrió a casa junto con mi abuelo dejando atrás a sus pasmados amigos, mas pasmados aun pues nunca lo habían visto correr tan rápido.
Me baso en testimonios, queda muy poco en mi memoria de aquel acontecimiento: la expresión de fastidio y preocupación de Martín, las sonrisas pendejas de mis amigos, la emoción del reto, el miedo. Episodios borrosos antes de la caída.
sigue...
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